El entumecimiento hace referencia a la pérdida parcial o completa de la sensibilidad. Puede ser un síntoma de una disfunción del sistema nervioso.
Una persona con entumecimiento puede ser incapaz de sentir el tacto ligero, el dolor, la temperatura o la vibración o desconocer en qué posición están partes de su cuerpo (sentido de la posición). Cuando la persona desconoce la posición de partes de su cuerpo, tiene problemas de equilibrio y de coordinación.
Muchas personas utilizan erróneamente el término entumecimiento cuando tienen sensaciones anormales como hormigueo, picazón, o una sensación de pinchazos, o cuando un miembro se siente débil o está paralizado, tal vez en parte porque las personas que padecen entumecimiento a menudo también tienen esas sensaciones y síntomas anormales. La presencia de otros síntomas depende de la causa del entumecimiento.
Si el entumecimiento ha estado presente desde hace mucho tiempo, sobre todo en los pies, puede ocasionar otros problemas. Se puede tener dificultad para caminar y conducir, y se puede ser más propenso a las caídas. Pueden no notarse las infecciones, llagas en los pies (úlceras) o los traumatismos, porque se pierde la capacidad para percibir el dolor. En este caso, el tratamiento puede retrasarse.
Vías de la sensibilidad
Para que una persona perciba las sensaciones con normalidad, los receptores sensitivos (terminaciones nerviosas especializadas) deben detectar información de la piel y del resto del cuerpo. Estos receptores deben entonces enviar una señal que se transmite a lo largo de la siguiente ruta:
A través de los nervios sensitivos (nervios que se extienden desde la piel hasta la médula espinal)
A través de las raíces nerviosas espinales, formadas por la unión de nervios sensitivos para formar ramas cortas gruesas que pasan hacia el interior de las vértebras para conectar con la médula espinal (véase la figura Cómo está organizada la médula espinal)
En dirección ascendente en la médula espinal
A través del tronco del encéfalo
Hasta la parte del encéfalo que percibe e interpreta estas señales (cerebro)
En algunas partes del cuerpo, la ruta incluye un plexo o la cola de caballo.
Los plexos son redes de fibras nerviosas sensitivas y motoras (que transportan las señales desde el cerebro y la médula espinal a los músculos y otras partes del cuerpo). En los plexos, estas fibras nerviosas se combinan y ordenan para dirigirse a un área particular del cuerpo. Las fibras luego se ramifican desde el plexo para convertirse en los nervios periféricos. Hay cuatro plexos en la columna.
La cola de caballo es un haz de raíces nerviosas que se localiza en la parte inferior de la médula espinal. Esta estructura se asemeja a la cola de un caballo, que es la traducción de su denominación latina (cauda equina). Proporciona fibras sensitivas a los muslos, las nalgas, los genitales y el área situada entre ellos que se denomina periné o zona en «silla de montar», ya que es la zona donde se apoya el jinete.
Causas del entumecimiento
Se produce entumecimiento cuando una parte de la vía nerviosa transmite de forma inadecuada la sensibilidad, generalmente por una enfermedad o un fármaco.
Muchas circunstancias pueden causar entumecimiento de diversas maneras. Por ejemplo, pueden
Reducir o bloquear el suministro de sangre a los nervios, como ocurre en las vasculitis, o en el encéfalo como consecuencia de un accidente cerebrovascular
Lesionar alguna parte de la vía sensitiva, como puede ocurrir tras traumatismos o enfermedades hereditarias que afectan a los nervios (neuropatías), como la ataxia de Friedreich
Comprimir alguna parte de la vía sensitiva
Infectar a un nervio, como ocurre en la lepra, en la infección por VIH o en la enfermedad de Lyme
Causar que los nervios de alguna parte de la vía se inflamen y pierdan su capa externa (lo que se denomina desmielinización), como ocurre en la esclerosis múltiple o en el síndrome de Guillain-Barré
Causar anomalías metabólicas, que pueden ocurrir en la diabetes, el déficit de vitamina B12 o en la intoxicación por metales pesados (como el plomo) u otra toxina, o cuando se emplean fármacos antineoplásicos
La presión sobre diferentes partes de la vía tiene varias causas, dependiendo de qué parte de la vía se vea afectada (véase la tabla Algunas causas y características del entumecimiento), como en los casos siguientes:
Presión sobre los nervios: repetir de forma reiterada movimientos concretos causa inflamación, como ocurre en el síndrome del túnel carpiano, así como permanecer en la misma posición demasiado tiempo, como cuando el sujeto se sienta con las piernas cruzadas durante largo tiempo
Presión sobre las raíces nerviosas espinales: la rotura o hernia de un disco vertebral, la artrosis o el estrechamiento del conducto raquídeo (estenosis del conducto vertebral o raquídeo)
Presión sobre la médula espinal: un tumor, un traumatismo o una acumulación de sangre (hematoma) o de pus (absceso) cerca de la médula espinal
Evaluación del entumecimiento
Debido a que muchos trastornos pueden causar entumecimiento, el médico hace preguntas de manera sistemática, centrándose en las causas más probables.
Signos de alarma
En las personas afectadas por entumecimiento, los siguientes síntomas son motivo de preocupación:
Entumecimiento que comienza repentinamente (en cuestión de minutos u horas)
Debilidad que acompaña al entumecimiento y que comienza de forma repentina o rápida (en cuestión de horas o días)
Adormecimiento o debilidad que se extiende rápidamente hacia arriba o hacia abajo, afectando progresivamente a más partes del cuerpo
Dificultad respiratoria
Adormecimiento en los muslos, las nalgas, los genitales y el área situada entre ellos (silla de montar) y la pérdida de control de la vejiga y del intestino (incontinencia)
Entumecimiento a ambos lados por debajo de un nivel específico del organismo (como por ejemplo por debajo de la parte media del tórax)
Entumecimiento de todo el brazo o de toda la pierna
Pérdida de la sensibilidad en la cara y el torso
Cuándo acudir al médico
Los pacientes con signos de alarma deben acudir al hospital de inmediato. Aquellos que no tienen signos de alarma deben llamar a su médico. El médico puede decidir con qué rapidez necesita ser visto el paciente en función de los síntomas.
Actuación del médico
El médico comienza preguntando qué partes del cuerpo están afectadas. El patrón de las zonas corporales entumecidas a menudo orienta sobre la zona de la vía nerviosa que está afectada:
Parte de una extremidad: disfunción del nervio periférico o, a veces, de la raiz nerviosa
Brazo y pierna del mismo lado del cuerpo: trastorno encefálico
Ambos lados del cuerpo por debajo de un nivel específico: disfunción de la médula espinal, como sucede en la mielitis transversa (que provoca inflamación por toda la médula espinal)
De forma bilateral, principalmente en manos y pies: disfunción simultánea de muchos nervios periféricos del organismo (polineuropatía)
A continuación el médico pregunta acerca de otros síntomas y acerca del historial médico del paciente. También se realiza una exploración física. Los antecedentes clínicos y la exploración física a menudo sugieren la causa del trastorno y las pruebas que pueden ser necesarias (véase la tabla Algunas causas y características del entumecimiento).
El médico solicita al paciente que describa el entumecimiento. A continuación, se pueden hacer preguntas específicas:
Cuándo comenzó el entumecimiento
La rapidez con que se inició
Si el paciente también presenta otros síntomas como sensaciones anormales, debilidad o parálisis, pérdida del control intestinal o vesical, retención de orina, problemas de visión, dificultad para tragar, o deterioro de la función mental
Cualquier posible evento que pueda haber desencadenado los síntomas, como una presión mantenida sobre la extremidad, un traumatismo, dormir en una posición incómoda o una infección
Saber cómo de rápido comenzó el entumecimiento y otros síntomas ayudan al médico a determinar el tipo de trastorno.
También se pregunta al paciente sobre otros síntomas que puedan sugerir una causa. Por ejemplo, el dolor lumbar y/o del cuello sugieren artrosis, una hernia de disco, u otro trastorno que puedan comprimir la médula espinal.
El médico también pregunta al paciente si ha padecido alguna enfermedad que pueda causar entumecimiento, en especial diabetes, enfermedad renal crónica, infecciones (como la infección por VIH o la enfermedad de Lyme), un accidente cerebrovascular o artrosis. El médico puede preguntar si algún miembro de la familia ha tenido síntomas similares o tiene un trastorno hereditario que afecte al sistema nervioso. Preguntan a la persona sobre el consumo de medicamentos y sustancias (incluidas las drogas ilícitas) y sobre la posible exposición a toxinas.
La exploración física incluye una evaluación completa del sistema nervioso (evaluación neurológica), que se centra en las pruebas de sensibilidad (si la persona puede percibir con normalidad estímulos como el tacto y la temperatura) así como en los reflejos y la funcionalidad muscular.
Pruebas complementarias
Las pruebas complementarias no son necesarias si el diagnóstico es obvio y el tratamiento consiste únicamente en medidas generales (como el descanso o una férula), por ejemplo, en algunos casos de síndrome del túnel carpiano.
En otros casos, las pruebas se realizan en función de dónde considera el médico que puede estar ubicado el problema:
Para los nervios sensitivos, los plexos o las raíces nerviosas: estudios de conducción nerviosa y electromiografía
Para los plexos: estudios de conducción nerviosa y electromiografía y, a veces, resonancia magnética nuclear (RMN) después de inyectar un agente de contraste en una vena
Para el encéfalo o la médula espinal: resonancia magnética nuclear (RMN) o, si no está fácilmente disponible, tomografía computarizada (TC)
Los estudios de conducción nerviosa y la electromiografía habitualmente se hacen al mismo tiempo. Los estudios de conducción nerviosa utilizan electrodos cutáneos o pequeñas agujas para estimular un nervio. A continuación se mide la rapidez con la que el nervio transmite las señales nerviosas. En la electromiografía se inserta una pequeña aguja en un músculo para registrar su actividad eléctrica, tanto en reposo como cuando este se contrae.
A continuación se realizan otras pruebas para identificar la causa específica. Por ejemplo, si los resultados sugieren una polineuropatía, se practica un análisis de sangre para comprobar sus diversas causas (como la diabetes, los trastornos renales o los déficit de vitaminas).
Tratamiento del entumecimiento
Si es posible, se corrigen o se tratan los trastornos que causan el entumecimiento. Otros métodos y medicamentos (como los utilizados para tratar el dolor neuropático) pueden ayudar a aliviar los síntomas.
Algunas medidas generales pueden ayudar a aliviar los síntomas y prevenir problemas adicionales. Hay que tomar precauciones para prevenir lesiones porque es probable que los pacientes con entumecimiento no sean capaces de percibir molestias. Si los pies están entumecidos, sobre todo si existen problemas de circulación, se deben utilizar calcetines y zapatos que ajusten bien, y antes de calzarse se debe comprobar que en el interior del zapato no hay pequeñas piedras o cualquier otro material extraño. Se deben inspeccionar los pies con frecuencia en busca de úlceras y síntomas de infección, como enrojecimiento. Si las manos o los dedos están entumecidos, se debe tener cuidado al manipular objetos que puedan estar calientes o producir cortes.
Si la persona afectada tiene dificultad para caminar o ha perdido el sentido de la posición (donde se encuentran las diferentes partes del cuerpo), la fisioterapia puede ayudar a aprender a caminar con mayor seguridad y a evitar caídas.
Debe ser consciente de que puede tener problemas al conducir, y si lo hace, debe consultar con su médico acerca de estos problemas.
Conceptos clave
El entumecimiento hace referencia a la pérdida parcial o total de la sensibilidad y, a menudo, se acompaña de sensaciones anormales como hormigueo.
El entumecimiento, que tiene muchas causas, se produce cuando una parte de la vía que se extiende entre los receptores sensitivos de la piel y el cerebro no funciona de forma adecuada.
Si la persona afectada presenta algún signo de alarma debe acudir al médico de inmediato.
La información referente a qué partes del cuerpo están afectadas y a la rapidez con que se instauraron los síntomas ayuda al médico a identificar la localización y la causa de la disfunción.
Las pruebas complementarias por lo general comienzan con los estudios de conducción nerviosa y la electromiografía, si se piensa que están afectados los nervios sensitivos, los plexos o las raíces nerviosas, o con una resonancia magnética nuclear si se piensa que el problema se localiza en el cerebro o en la médula espinal.